Con 7,000 millones de habitantes, urge una transición energética en el mundo, dice Nobel de Química 1996

Texto: Antimio Cruz Foto: Crónica
El próximo 31 de octubre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunciará oficialmente que la población mundial llegó a 7 mil millones de seres humanos, sólo 12 años después de que se alcanzó la cifra de 6 mil millones, en 1999.

Ante este escenario de híper-población, el Premio Nobel de Química 1996, Robert Curl, dijo a Ciencia Budget que el mundo necesita pensar con más inteligencia cómo obtendrá energía y cómo la usará eficientemente.

“Actualmente vivimos con una adicción al uso de más y más energía, la cual estamos obteniendo, en 80 % de los combustibles fósiles. Esto no va a durar mucho más por dos razones: en primer lugar porque se estima que en menos de 40 años se agoten las reservas de petróleo y otros hidrocarburos. Y en segundo lugar, sabemos que la liberación de carbono está provocando el cambio climático y antes del año 2050 sus efectos serán tan evidentes e inmanejables que seguramente habrá mucha presión de la sociedad para dejar de usar combustibles fósiles”, dijo el científico experto en química del carbono.

El alcanzar la cifra de 7 mil millones de hombres y mujeres conviviendo en la Tierra hizo que Robert Curl reflexionara, durante una breve visita a México, sobre dos carreras que se están viviendo al mismo tiempo: el crecimiento de la población, que aumenta a un ritmo cercano al 8 % anual, y el crecimiento en el consumo de energía, que crece a 11.6 % anual.

En Estados Unidos la demanda de energía rebasa el promedio mundial pues crece a 22% anual y en China crece al 18 % anual.

“Todos estos datos nos hacen ver que la humanidad estará en peligro si no iniciamos desde ahora una transición energética. Digo que hay que empezar ahora porque el petróleo todavía es barato y todavía no se agota, pues si queremos hacer el cambio a energía solar, eólica o geotérmica cuando ya casi no haya hidrocarburos, todo costará mucho más”, explicó el científico que, junto con Harold Kroto y Richard Smalley, descubrió los fullerenos, que son la tercera forma más estable del carbono, después del diamante y el grafito.

Según el Instituto Tecnológico de California (Caltech) en el año 2010, los seres humanos consumimos un volumen de energía equivalente a 16 Terawatts, lo cual es igual a que cada persona tuviera encendidos, día y noche, 38 focos de 60 watts. Dicho de otro modo, los seres humanos gastamos anualmente una cantidad de energía similar al calor que desprende durante cuatro meses el centro de la Tierra.

“Con estos datos uno piensa ¿podrá existir un mundo próspero en el año 2050, con 9 mil millones de seres humanos, con necesidades energéticas de 32 Terawatts y sin combustibles fósiles?. Mi respuesta es que sí. Se puede pensar en un mundo próspero en el que la energía solar, eólica, geotérmica e hídrica mueva a las ciudades, procesos domésticos y de producción. Al mismo tiempo que los biocombustibles se usen para el transporte, pues tienen mayor densidad energética, es decir que tienen más cantidad de energía en menos espacio.

"El verdadero reto del presente es visualizar ese futuro y empezar a trabajar en ese cambio energético. Hay que pensar en cómo generar esa energía y cómo transportarla y distribuirla eficientemente”, añadió.

Robert Curl, quien es actualmente investigador en la Universidad de Rice, en Houston, Texas, dijo que la energía nuclear no parece ser la solución a futuro, pues los terremotos recientes en Japón demostraron que ni siquiera los mejores planes de seguridad en una planta nuclear están preparados para soportar algunas catástrofes naturales.

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