Las paz requiere educación multi-cultural, en un mundo con 7,000 millones de habitantes: Universidad Pedagógica Nacional
Texto: Antimio Cruz Fotos: Crónica y Saul Velasco
Las agresiones entre países y entre grupos humanos serán más graves en un mundo con híper-población si no se impulsa desde ahora una educación multi-cultural en los niveles básicos. Esta forma alterna de transmitir conocimientos permitiría construir el ambiente de paz que requiere la humanidad para acabar con la pobreza extrema y las enormes desigualdades entre hombres y mujeres de diferentes latitudes, dijo en entrevista con Ciencia Budget, Saúl Velasco Cruz, investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), especializado en educación multi-cultural y globalización.
El sociólogo y pedagogo afirmó que los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, de Estados Unidos o contra el metro de Madrid, España, son síntomas de un modelo de convivencia en el que no se ha enseñado a las personas a entender que la diferencia y la diversidad son elementos centrales de la naturaleza humana.
Esto se manifiesta en una necesidad radical de algunos grupos de exterminar lo que les es diferente. Si no se impulsa una educación multi-cultural y no se trabaja para eliminar el analfabetismo digital o tecnológico las brechas serán tan grandes entre humanos que no podrá garantizarse la paz mundial, indicó el catedrático.
“Desde luego lo primero que tienen que hacer las sociedades es garantizar el acceso de todas las personas a la educación, que es un bien público. Hay que mantener firme ese objetivo porque la educación trae beneficios que pueden ayudar a remontar los problemas de la pobreza extrema, pero más allá de la pobreza hay que plantear a la educación como la mejor herramienta para atender el tema de la diferencia cultural, la cual debe ser bien comprendida para promover la paz. Una humanidad con una educación multi-cultural puede cohabitar y resolver muchos problemas de convivencia”, dice el sociólogo co autor del libro Pensar la globalización, la democracia y la diversidad, editado por la UNAM.
Desde el punto de vista de este educador, comprender el tema de la diferencia tiene muchos beneficios en la convivencia cotidiana pero también en la política global.
“Ciudadanos mejor formados podrían lanzar mejores propuestas, mejores iniciativas y solucionar muchos de los desafíos que presentará un mundo tan densamente poblado como el de los 7 mil millones de habitantes, que ya hemos alcanzado”, añade Velasco Cruz.
Vivir en paz va a ser uno de los valores más importantes para las sociedades del futuro, en un mundo en el que habrá competencia más feroz por un volumen de recursos y satisfactores limitados. Para mantener esta paz será indispensable que la humanidad perfeccione su capacidad para hablar y comprenderse. Ahí entra la educación, dice el experto de la Universidad Pedagógica Nacional.
“Educar tendrá que dar énfasis a reconocer las diferencias de género, de minusvalía, de preferencia sexual, de diferencia étnica y religiosa. Frente a estos retos toda la humanidad deberá reenfocarse, defender los valores universales pero sobre todo enseñar a los estudiantes a tener una verdadera aceptación a las diferencias. Este proceso deberá empezar primero en los recintos educativos y después, por extensión, en el resto de los espacios públicos. Muchas veces los conflictos se agravan porque las diferencias no son entendidas, son negadas y esto puede agravarse y potencializar conflictos como los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York o los bombazos en Madrid”.
Al referirse al papel que puede tener la tecnología como una herramienta para ampliar la educación en un mundo híper-poblado. El investigador dijo que las tecnologías de la información pueden ayudar a democratizar el acceso al conocimiento universal, pero subrayó que hay que vigilar que la llegada de la tecnología no haga perder de vista el analfabetismo cibernético, le cual podría aumentar el tamaño de la brecha entre países ricos y pobres.
Las agresiones entre países y entre grupos humanos serán más graves en un mundo con híper-población si no se impulsa desde ahora una educación multi-cultural en los niveles básicos. Esta forma alterna de transmitir conocimientos permitiría construir el ambiente de paz que requiere la humanidad para acabar con la pobreza extrema y las enormes desigualdades entre hombres y mujeres de diferentes latitudes, dijo en entrevista con Ciencia Budget, Saúl Velasco Cruz, investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), especializado en educación multi-cultural y globalización.
El sociólogo y pedagogo afirmó que los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, de Estados Unidos o contra el metro de Madrid, España, son síntomas de un modelo de convivencia en el que no se ha enseñado a las personas a entender que la diferencia y la diversidad son elementos centrales de la naturaleza humana.
Esto se manifiesta en una necesidad radical de algunos grupos de exterminar lo que les es diferente. Si no se impulsa una educación multi-cultural y no se trabaja para eliminar el analfabetismo digital o tecnológico las brechas serán tan grandes entre humanos que no podrá garantizarse la paz mundial, indicó el catedrático.
“Desde luego lo primero que tienen que hacer las sociedades es garantizar el acceso de todas las personas a la educación, que es un bien público. Hay que mantener firme ese objetivo porque la educación trae beneficios que pueden ayudar a remontar los problemas de la pobreza extrema, pero más allá de la pobreza hay que plantear a la educación como la mejor herramienta para atender el tema de la diferencia cultural, la cual debe ser bien comprendida para promover la paz. Una humanidad con una educación multi-cultural puede cohabitar y resolver muchos problemas de convivencia”, dice el sociólogo co autor del libro Pensar la globalización, la democracia y la diversidad, editado por la UNAM.
Desde el punto de vista de este educador, comprender el tema de la diferencia tiene muchos beneficios en la convivencia cotidiana pero también en la política global.
“Ciudadanos mejor formados podrían lanzar mejores propuestas, mejores iniciativas y solucionar muchos de los desafíos que presentará un mundo tan densamente poblado como el de los 7 mil millones de habitantes, que ya hemos alcanzado”, añade Velasco Cruz.
Vivir en paz va a ser uno de los valores más importantes para las sociedades del futuro, en un mundo en el que habrá competencia más feroz por un volumen de recursos y satisfactores limitados. Para mantener esta paz será indispensable que la humanidad perfeccione su capacidad para hablar y comprenderse. Ahí entra la educación, dice el experto de la Universidad Pedagógica Nacional.
“Educar tendrá que dar énfasis a reconocer las diferencias de género, de minusvalía, de preferencia sexual, de diferencia étnica y religiosa. Frente a estos retos toda la humanidad deberá reenfocarse, defender los valores universales pero sobre todo enseñar a los estudiantes a tener una verdadera aceptación a las diferencias. Este proceso deberá empezar primero en los recintos educativos y después, por extensión, en el resto de los espacios públicos. Muchas veces los conflictos se agravan porque las diferencias no son entendidas, son negadas y esto puede agravarse y potencializar conflictos como los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York o los bombazos en Madrid”.
Al referirse al papel que puede tener la tecnología como una herramienta para ampliar la educación en un mundo híper-poblado. El investigador dijo que las tecnologías de la información pueden ayudar a democratizar el acceso al conocimiento universal, pero subrayó que hay que vigilar que la llegada de la tecnología no haga perder de vista el analfabetismo cibernético, le cual podría aumentar el tamaño de la brecha entre países ricos y pobres.