Estudio de Israel y China cambia la teoría sobre cómo proteger los arrecifes coralinos

Texto: Antimio Cruz Foto: Joe Jaworski



La estructura dura de los arrecifes coralinos, que son el hogar de 4 mil especies marinas y que están gravemente amenazados por la acidificación del mar, no está formada únicamente con carbonato de calcio, como se pensaba hasta ahora. Un estudio realizado por científicos de Israel y China concluyó que las piezas mayores de los arrecifes están formadas con un material compuesto de proteínas y azúcares polisacáridos, llamado Esclerito.
Este material ya se conocía porque es parte de la cubierta protectora de cangrejos y otros artrópodos, pero también forma la cubierta de los llamados corales blandos. Lo que cambia el nuevo estudio es que demuestra que en las gigantescas estructuras de arrecifes, que llegan a extenderse cientos de kilómetros, hay más Esclerito que carbonato de calcio..
El hallazgo modifica la manera como se puede evaluar el estado de salud de los arrecifes, que son uno de los ecosistemas más amenazados debido a la acidificación del mar. En marzo de este año el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estimó que el 75 % de los arrecifes del planeta están amenazados y que para el año 2050 el 95% de los arrecifes coralinos se encontrará al borde de la extinción.
Vale la pena recordar que los corales son seres vivos que tienen en el centro a un organismo blando, llamado pólipo, y que éste va formando una estructura dura al segregar calcio y algunas otras moléculas.
Tradicionalmente los corales se clasifican en duros –que están formados de carbonato de calcio— y blandos –que tienen como protección la capa semi rígida de Esclerito—. Entre los duros, uno de los más famosos es el que tiene estructura parecida a un cerebro. Entre los blandos son famosos los que tienen forma de abanicos o de hojas de árbol. Antes de la publicación de este estudio se pensaba que la parte dura de los arrecifes está formada por la acumulación de corales duros y que los blandos eran degradados por el mar cuando moría el pólipo. Este principio se ha modificado.
La investigación, publicada en el portal de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS por sus siglas en inglés), fue realizada de manera conjunta por la Universidad de Tel Aviv y la Academia Sínica, el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Taiwan, y la Universidad Nacional de Taiwan.
“Los arrecifes son ecosistemas derivados de organismos biológicos. Hasta ahora se ha considerado que los arrecifes principalmente consisten en sedimentos de corales pétreos de carbonato de calcio. Por el contrario, los tejidos de los corales blandos contienen Escleritos, que parecen alfileres o agujas diminutas puercoespín. En los arrecifes del Parque Nacional de Kenting, ubicado en el sur de Taiwán, nuestra investigación descubrió que las grandes estructuras que se creía que se componen de corales pétreos en realidad son depósitos de los Escleritos que ha adherido el uno al otro por una cantidad de carbonato de calcio menor a la que se pensaba”, dice el estudio coordinado por el profesor Yehuda Benayahu, de la Universidad de Tel Aviv.
“Los corales blandos se consideraban un mero barniz de los arrecifes, no muy diferente a una alfombra viva del océano. Se creía que una vez que se desintegra un colonia de coral suave, los Escleritos, de menos de un milímetro de tamaño, simplemente se dispersaban y se acumulaban en el fondo del mar junto con conchas, espinas de erizo de mar, y otros materiales menores. Pero en realidad, son parte integral de todo el ecosistema de los arrecifes. Se adhieren y consolidan en estructuras más grandes, que proporcionan un hogar para animales tales como peces, caracoles, algas y muchos otros”, indica el estudio.

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