Analizarán la historia médica de grandes compositores en concierto didáctico del IPN

Texto: Antimio Cruz Imagen: Crónica



¿Por qué Mozart murió a los 35 años de edad si la esperanza de vida era mayor en su época? ¿Por qué Tchaikovski falleció una semana después de estrenar su Sinfonía Patética si estaba perfectamente sano durante el estreno? ¿Por qué dicen que desde antes de volverse sordo Beethoven tuvo una vida llena de sufrimiento físico?

Estos intrigantes capítulos de la historia de la música han sido investigados a lo largo de dos décadas por Adolfo Martínez Palomo, médico patólogo que conducirá el hilo narrativo del concierto didáctico Como por arte de ciencia, que el 31 de agosto será ofrecido en el Auditorio Nacional para celebrar los 75 años del Instituto Politécnico Nacional.

Concebido como una iniciativa para despertar la curiosidad de los jóvenes hacia la música clásica y los seres humanos que la han construido, este programa musical será dirigido por la batuta de la maestra Gabriela Díaz Alatriste, al frente de la Orquesta Sinfónica del IPN. El programa presentará fragmentos de la obra de seis grandes artistas, compaginados con cápsulas grabadas e imágenes sobre la biografía médica de Bach, Mozart, Rossini, Beethoven, Tchaikovski y Berlioz.

“Nunca es tarde para aficionarse a la música clásica. Es como aficionarse a la lectura a través de una buena novela. La idea de este concierto didáctico es, precisamente, facilitar la introducción a la música clásica a muchos jóvenes y estudiantes que normalmente no tienen acceso o todavía no tienen interés por este tipo de música”, comenta en entrevista con Ciencia Budget Adolfo Martínez Palomo, una de las eminencias científicas de México, reconocido en todo el mundo por sus estudios sobre la biología de las células del cáncer, así como sobre el sistema de conducción del corazón y la interacción huésped-parásito en la amibiasis.

Cada una de las seis piezas musicales que integrarán el concierto será precedida por una introducción, de aproximadamente cuatro minutos, en la que el doctor Martínez Palomo busca sensibilizar a los asistentes sobre acerca del personaje que escribió esa pieza. Personas comunes en muchos aspectos, pero con una fuerte pulsión creativa que aún intenta comprenderse.

“Un ejemplo de lo intrigante que es la historia médica de estos personajes es el caso de Tchaikovski –comenta este científico miembro de El Colegio Nacional—. Él estrenó su última sinfonía, que fue la Sinfonía Patética número 6 y a la semana estaba muerto. El hombre estaba muy bien físicamente, pero había escrito una obra que es desgarradora que después fue calificada como una obra para marcar su propia muerte, fue una especie de Requiem. Y ahí empieza para un gran misterio: Algunos dicen que muere porque se infecta de cólera, otros que fue asesinado y otros que fue suicidio, pero esto es un estímulo para la investigación.

“Beethoven es otro caso muy interesante. Tuvo una vida muy trágica pues fue un hombre terriblemente enfermo. Un hombre terriblemente enfermo, que toda su vida adulta no sólo estuvo sordo sino muy enfermo del intestino. Y a pesar de estar sordo y con enormes dificultades físicas, hizo la obra que hizo”, abunda Martínez Palomo.

Biografía médica

Desde 1991 el tema de la historia médica de los grandes compositores ha sido uno de los muchos intereses de este médico que fue director del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados. Ha revisado decenas de biografías en cuatro idiomas diferentes y ha buscado artículos y estudios sobre diferentes enfermedades en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, siempre en busca de conexiones entre la experiencia artística y la experiencia médica de los gigantes de la música clásica.

Algunos de sus trabajos son sobre los seis compositores que integran el concierto didáctico, pero ha estudiado a más de una decena de autores.

“Es imposible escuchar a Schumann sin saber que era un enfermo mental y sentir que a pesar de eso hizo una obra extraordinaria. Otro caso típico es Chopin, quien estuvo enfermo de los pulmones desde niño. No se sabe su fue tuberculosis o fibrosis quística, pero nunca conoció otra vida que no fuera la de la enfermedad. A pesar de eso hicieron su obra.

“Entre los que presentaremos el 31 de agosto está Tchaikovski que era un hombre atormentado psicológicamente con muchos problemas emocionales que se reflejan en su obra. El que más ha atraído la atención desde el punto de vista de medicina es Mozart, quien aparentemente murió de una insuficiencia renal, si no, hubiera vivido otros 40 o 50 años.

“Cuando yo hablo de Bach, digo que la vida médica de Bach era aburridísima porque este hombre era muy saludable, tan saludable que tuvo 20 hijos. Tenía una fortaleza increíble hasta que ya a los sesenta y tantos años cayó con un supuesto oftalmólogo, le operó los ojos, lo infectó y se murió”, añade.

El concierto didáctico Como por arte de ciencia marcará el inicio del año escolar del IPN, que este año celebra su 75 aniversario y después de la ceremonia que se llevó a cabo el 23 de febrero en el Palacio de Bellas Artes, ahora celebrará en el mayor auditorio de la Ciudad de México, con aforo para 12 mil personas.

La entrada es libre para la comunidad politécnica. Informes en www.cultura.ipn.mx

Programa didáctico:

ROSSINI Obertura “Guillermo Tell”

J. S. BACH Suite no. 3 en re mayor: Aria

MOZART Sinfonía no. 41 en do mayor “Júpiter”
4to movimiento: Molto Allegro

BEETHOVEN Sinfonía no. 5 op. 67 en do menor
Fragmento: Allegro con brío
Sinfonía No. 7 op. 92 en la menor
Fragmento: Allegretto
Sinfonía no. 9 op.124 en re menor
4to movimiento: Oda a la Alegría a
BERLIOZ Sinfonía Fantástica: Marcha al Suplicio

TCHAIKOVSKY Sinfonía no. 6 op. 74 "PAtética"

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