Alumnos de la UNAM trabajan para restaurar 5 mil 500 metros cuadrados de dunas costeras, en Yucatán
(Publicado 10/08/20) Antimio Cruz
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan para limpiar basura y reforestar 5 mil 500 metros cuadrados de dunas costeras en Sisal, Yucatán. Este ecosistema sirve como barrera natural ante fenómenos hidrometeorológicos extremos como nortes o huracanes, que al tocar tierra afectan a la población.
Con la estrategia “Reciclando Dunas”, los jóvenes de la licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras ganaron la convocatoria de proyectos universitarios “Se impulsan ideas”, de la Fundación BEPENSA, informó Baruch Aguilar, alumno de la Facultad de Ciencias en la Unidad Académica Sisal.
El rescate de duna costera en Sisal abarca alrededor del 10 por ciento del total de duna en esa área. También se trabaja para reutilizar siete mil envases de PET como instrumentos en los procesos de protección, germinación y plantación de la vegetación de ese ecosistema costero; y sembrar 13 mil plantas.
Además, los jóvenes universitarios buscan llegar a cerca de un millón de personas con acciones de difusión sobre la importancia de conservarlo, brindar talleres de educación ambiental y que en cada uno participen 30 niños.
Valioso corredor
Fundado en 2004, a poco más de 53 kilómetros de la ciudad de Mérida, el campus Sisal de la UNAM imparte programas de las facultades de Ciencias, Química y del Institujto de Ingeniería. Forma personal especializado, impulsar la cultura y refuerza los valores regionales de la península de Yucatán.
La zona costera del estado puede considerarse como un corredor de biodiversidad en el que se encuentran humedales, sistemas de dunas y de rías y aguas costeras de las que se extraen especies de alto valor comercial. Parte del trabajo de la UNAM en la región es conocer el estado de los recursos así como establecer el potencial biológico y ecológico del ambiente costero para buscar el desarrollo sustentable de la región.
“La playa no siempre es como Cancún o Acapulco: hotel y arena; debemos concebirla como un sistema con plantas y animales, que está viva en todo sentido; además, es necesario entender cómo nos beneficia, en particular a las comunidades que habitan la costa”, subrayó Baruch Aguilar.
Las dunas están amenazadas por diversas actividades humanas. Por ejemplo, se fragmentan con el paso de vehículos motorizados, el constante pisoteo de las personas y por la construcción de casas o complejos hoteleros, que las desmontan, expuso Luis Perea, integrante del proyecto.
“Se atiende una problemática local. Llevamos tres años viviendo y estudiando en Sisal; convivimos con la gente y así pudimos conocer mejor sus inquietudes y establecer el trabajo con niños y asociaciones sociales”.
Este ecosistema, característico de la península de Yucatán, es hábitat de cientos de especies de flora y fauna, y filtrador de agua del manto freático. “La gente las aprovecha para recrearse, son una atracción paisajística, pero en ellas crecen plantas que utilizan con fines alimenticios o medicinales como la ‘riñonina’, a la que se atribuyen beneficios para afecciones del riñón; o el nopal, al que le cortan las tunas y hacen un dulce tipo ate”, detalló.
“Reciclando dunas” surgió como parte de las actividades de la asignatura “Conservación de la Biodiversidad”. El profesor Nuno Simoes los orientó en la elaboración de la estrategia, y fueron apoyados por académicos de diversas disciplinas. Actualmente Patricia Guadarrama, especialista en restauración de dunas y vegetación costera, es quien les brinda seguimiento.
El equipo está conformado por 15 estudiantes, de los cuales seis son coordinadores: Baruch Aguilar, Luis Perea, Alejandra Pérez, Omar Pérez, Adriana Ramírez y Erika Sánchez.
Baruch Aguilar indicó que el gobierno municipal de Hunucmá y la comisaría de Sisal les ha otorgado facilidades para trabajar, y manifestó su deseo porque esta estrategia se replique en otras playas mexicanas.