Células madre de tejido adiposo curan distrofia muscular
Texto y foto: Antimio Cruz
La grasa que se quita a las personas que se hacen una liposucción no es simplemente basura. La doctora Mayana Zatz, investigadora de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, logró extraer de ese tejido adiposo células madre que sirven para curar enfermedades de origen genético como la Distrofia Muscular.
La destacada científica latinoamericana, que el jueves recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ofreció ayer una conferencia magistral sobre sus estudios, en la Facultad de Medicina de la misma universidad.
En esta plática, Zatz informó que la terapia con células madre extraídas de la grasa humana ya fue probada con éxito, en Brasil, en ratones y en perros con distrofia muscular. Sus resultados permiten pensar que, después de comprobar la seguridad de estos procedimientos, la terapia podría ser probada próximamente en humanos.
Con el nombre de distrofia muscular se conoce a un conjunto de enfermedades hereditarias que producen debilidad en los músculos estriados, que son los que producen los movimientos voluntarios del cuerpo humano. En algunos casos estos padecimientos destruyen el músculo.
La distrofia muscular ocurre porque el cuerpo no puede producir una proteína indispensable para fortalecer a los músculos. Esa proteína se llama distrofina y es producida por un gene que se llama Xp21.
La solución propuesta en Brasil ha sido tomar células madre, cultivarlas en laboratorio junto con células musculares para que adquieran las características propias de las células de los músculos. Después, inyectan esas células en los lugares del cuerpo dañados. En periodos de nueve meses a dos años, han logrado reconstituir los músculos y devolver el movimiento a ratones y a perros con distrofia.
Las células madre son células que están en un estado primigenio o primario, lo que quiere decir que se pueden convertir en células de diferentes partes del cuerpo, según sea necesario.
En el organismo humano se han localizado varias partes que contienen estas células madre: el cordón umbilical, la pulpa de los dientes, las trompas de Falopio, algunas partes de la médula espinal y el tejido adiposo o grasa humana. El equipo de la científica galardonada probó células madre de diferentes partes del cuerpo, pero obtuvo mejores resultados con las que provienen de la grasa.
“Una ventaja de nuestra terapia es que seguramente tendremos muchas donadoras”, dijo en broma la científica brasileña, que en 2008 ya había recibido el Premio México de Ciencia y Tecnología, que otorga el gobierno de este país. “Cuando platico estos experimentos a mujeres, ellas siempre dicen: ‘Si me haces la Lipo te regalo toda la grasa”.
Jovial y didáctica, la doctora Zatz habló ante un auditorio formado por destacados científicos mexicanos: el oncólogo médico Juan Zínzer Sierra; el cirujano y bioquímico Ricardo Tapia; el neurobiólogo René Drucker; el físico nuclear Alejandro Frank; la directora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Patricia Ostrosky, y la directora del Instituto de Ciencias del María Tomasa Leticia Rosales Hoz, entre otros.
Dentro de las diferentes variantes de Distrofia Muscular, Zatz se ha enfocado en dos variantes, la distrofia Duchenne, que afecta a uno de cada 3 mil 500 recién nacidos, y la distrofia Becker. Ambas atrofian los músculos, principalmente de niños y jóvenes varones de entre 12 y 20 años, hasta dejarlos en silla de ruedas.
La doctora Zatz explicó que su interés científico principal es entender las Enfermedades de Origen Genético, las cuales afectan al 3 % de todos los recién nacidos en el planeta y que son la causa del 50% de las muertes de niños y niñas antes de cumplir 12 meses de edad.
La grasa que se quita a las personas que se hacen una liposucción no es simplemente basura. La doctora Mayana Zatz, investigadora de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, logró extraer de ese tejido adiposo células madre que sirven para curar enfermedades de origen genético como la Distrofia Muscular.
La destacada científica latinoamericana, que el jueves recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ofreció ayer una conferencia magistral sobre sus estudios, en la Facultad de Medicina de la misma universidad.
En esta plática, Zatz informó que la terapia con células madre extraídas de la grasa humana ya fue probada con éxito, en Brasil, en ratones y en perros con distrofia muscular. Sus resultados permiten pensar que, después de comprobar la seguridad de estos procedimientos, la terapia podría ser probada próximamente en humanos.
Con el nombre de distrofia muscular se conoce a un conjunto de enfermedades hereditarias que producen debilidad en los músculos estriados, que son los que producen los movimientos voluntarios del cuerpo humano. En algunos casos estos padecimientos destruyen el músculo.
La distrofia muscular ocurre porque el cuerpo no puede producir una proteína indispensable para fortalecer a los músculos. Esa proteína se llama distrofina y es producida por un gene que se llama Xp21.
La solución propuesta en Brasil ha sido tomar células madre, cultivarlas en laboratorio junto con células musculares para que adquieran las características propias de las células de los músculos. Después, inyectan esas células en los lugares del cuerpo dañados. En periodos de nueve meses a dos años, han logrado reconstituir los músculos y devolver el movimiento a ratones y a perros con distrofia.
Las células madre son células que están en un estado primigenio o primario, lo que quiere decir que se pueden convertir en células de diferentes partes del cuerpo, según sea necesario.
En el organismo humano se han localizado varias partes que contienen estas células madre: el cordón umbilical, la pulpa de los dientes, las trompas de Falopio, algunas partes de la médula espinal y el tejido adiposo o grasa humana. El equipo de la científica galardonada probó células madre de diferentes partes del cuerpo, pero obtuvo mejores resultados con las que provienen de la grasa.
“Una ventaja de nuestra terapia es que seguramente tendremos muchas donadoras”, dijo en broma la científica brasileña, que en 2008 ya había recibido el Premio México de Ciencia y Tecnología, que otorga el gobierno de este país. “Cuando platico estos experimentos a mujeres, ellas siempre dicen: ‘Si me haces la Lipo te regalo toda la grasa”.
Jovial y didáctica, la doctora Zatz habló ante un auditorio formado por destacados científicos mexicanos: el oncólogo médico Juan Zínzer Sierra; el cirujano y bioquímico Ricardo Tapia; el neurobiólogo René Drucker; el físico nuclear Alejandro Frank; la directora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Patricia Ostrosky, y la directora del Instituto de Ciencias del María Tomasa Leticia Rosales Hoz, entre otros.
Dentro de las diferentes variantes de Distrofia Muscular, Zatz se ha enfocado en dos variantes, la distrofia Duchenne, que afecta a uno de cada 3 mil 500 recién nacidos, y la distrofia Becker. Ambas atrofian los músculos, principalmente de niños y jóvenes varones de entre 12 y 20 años, hasta dejarlos en silla de ruedas.
La doctora Zatz explicó que su interés científico principal es entender las Enfermedades de Origen Genético, las cuales afectan al 3 % de todos los recién nacidos en el planeta y que son la causa del 50% de las muertes de niños y niñas antes de cumplir 12 meses de edad.