Prueban que cruzar una puerta provoca olvidos
Texto: Antimio Cruz Foto: Crónica
La facultad de psicología de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, demostró experimentalmente que entrar o salir por una puerta provoca un porcentaje de olvidos en la memoria de corto plazo porque ese desplazamiento físico sirve como un "límite de eventos" en la mente que separa los episodios de la actividad cerebral y manda varios archivos a la basura.
El hallazgo fue dado a conocer por el profesor de psicología Gabriel Radvansky, quien realizó tres experimentos diferentes con estudiantes universitarios y midió cómo el cruzar puertas es la causa de muchos lapsos y fugas de datos en la memoria.
"Recordar la decisión o actividad que se realizó en una habitación diferente es difícil, ya que al cruzar una puerta y cambiar de habitación la información ha sido fragmentada y archivada en diferente folder", afirma el estudio que fue publicado este sábado en la revista Quarterly Journal of Experimental Psychology.
“Todos lo hemos experimentado. Es la frustración de entrar a una habitación y haber olvidado lo que entramos a hacer, a buscar o a recoger”, dice el artículo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia con el que se presenta esta investigación.
Los investigadores llaman a estos pequeños olvidos “lapsus de memoria”, recordando que la palabra lapsus significa “resbalón” en la antigua lengua latín. Aparentemente, el cruzar una puerta y exponerse a un conjunto de estímulos diferentes en un espacio diferente, ya sea en el interior o exterior de una construcción, hace que el cerebro mande una especie de señal para cerrar un archivo de trabajo y abrir otro. Esta es una de las hipótesis que tiene el profesor Radvansky.
El investigador organizó sus tres experimentos creando ambientes reales y ambientes virtuales. Las personas que participaron en el experimento eran estudiantes y colegas psicólogos de la Universidad de Notre Dame, que es la principal universidad católica de Estados Unidos, fundada en 1842 y localizada en Indiana.
Los participantes tenían encomendado realizar tareas y ejercicios de
memoria combinadas con movimientos de cruzar puertas y cambiar de habitaciones.
En el primer experimento, los sujetos usaban un ambiente virtual, creado dentro de una computadora, y se movían de una habitación a otra, seleccionando un objeto de una mesa y cambiándolo por otro objeto que habían traído de otra mesa. Hacían primero este ejercicio moviendo objetos de lugar, pero dentro de la misma habitación, y luego tenían que hacer los mismos movimientos, pero cambiando entre cuartos creados por computadora.
Radvansky encontró que los sujetos olvidaron mayor cantidad de instrucciones cuando cruzaban puertas, en comparación de los aciertos cuando permanecían en un mismo cuarto, sugiriendo que existe un “evento fronterizo”, que interfiere momentáneamente con el proceso de toma de decisiones que se venía realizando antes de cruzar puertas.
El segundo experimento fue hecho en habitaciones reales y consistía en pedir a los sujetos guardar en cajas un conjunto de objetos colocados en una mesa y acomodar otros objetos en diferentes lugares que se les instruían. Nuevamente hubo más fallas cuando los sujetos tenían que salir de la habitación, aunque caminaran la misma distancia que en el interior de la habitación.
El tercer experimento hacía que los sujetos cruzaran varias puertas hasta regresar a la habitación donde habían recibido la primera instrucción o habían tomado la primera decisión de mover un objeto, pero se demostró que aunque regresaran al ambiente donde habían iniciado un proceso mental, habían olvidado parte de la instrucción al cruzar puertas.
La facultad de psicología de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, demostró experimentalmente que entrar o salir por una puerta provoca un porcentaje de olvidos en la memoria de corto plazo porque ese desplazamiento físico sirve como un "límite de eventos" en la mente que separa los episodios de la actividad cerebral y manda varios archivos a la basura.
El hallazgo fue dado a conocer por el profesor de psicología Gabriel Radvansky, quien realizó tres experimentos diferentes con estudiantes universitarios y midió cómo el cruzar puertas es la causa de muchos lapsos y fugas de datos en la memoria.
"Recordar la decisión o actividad que se realizó en una habitación diferente es difícil, ya que al cruzar una puerta y cambiar de habitación la información ha sido fragmentada y archivada en diferente folder", afirma el estudio que fue publicado este sábado en la revista Quarterly Journal of Experimental Psychology.
“Todos lo hemos experimentado. Es la frustración de entrar a una habitación y haber olvidado lo que entramos a hacer, a buscar o a recoger”, dice el artículo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia con el que se presenta esta investigación.
Los investigadores llaman a estos pequeños olvidos “lapsus de memoria”, recordando que la palabra lapsus significa “resbalón” en la antigua lengua latín. Aparentemente, el cruzar una puerta y exponerse a un conjunto de estímulos diferentes en un espacio diferente, ya sea en el interior o exterior de una construcción, hace que el cerebro mande una especie de señal para cerrar un archivo de trabajo y abrir otro. Esta es una de las hipótesis que tiene el profesor Radvansky.
El investigador organizó sus tres experimentos creando ambientes reales y ambientes virtuales. Las personas que participaron en el experimento eran estudiantes y colegas psicólogos de la Universidad de Notre Dame, que es la principal universidad católica de Estados Unidos, fundada en 1842 y localizada en Indiana.
Los participantes tenían encomendado realizar tareas y ejercicios de
memoria combinadas con movimientos de cruzar puertas y cambiar de habitaciones.
En el primer experimento, los sujetos usaban un ambiente virtual, creado dentro de una computadora, y se movían de una habitación a otra, seleccionando un objeto de una mesa y cambiándolo por otro objeto que habían traído de otra mesa. Hacían primero este ejercicio moviendo objetos de lugar, pero dentro de la misma habitación, y luego tenían que hacer los mismos movimientos, pero cambiando entre cuartos creados por computadora.
Radvansky encontró que los sujetos olvidaron mayor cantidad de instrucciones cuando cruzaban puertas, en comparación de los aciertos cuando permanecían en un mismo cuarto, sugiriendo que existe un “evento fronterizo”, que interfiere momentáneamente con el proceso de toma de decisiones que se venía realizando antes de cruzar puertas.
El segundo experimento fue hecho en habitaciones reales y consistía en pedir a los sujetos guardar en cajas un conjunto de objetos colocados en una mesa y acomodar otros objetos en diferentes lugares que se les instruían. Nuevamente hubo más fallas cuando los sujetos tenían que salir de la habitación, aunque caminaran la misma distancia que en el interior de la habitación.
El tercer experimento hacía que los sujetos cruzaran varias puertas hasta regresar a la habitación donde habían recibido la primera instrucción o habían tomado la primera decisión de mover un objeto, pero se demostró que aunque regresaran al ambiente donde habían iniciado un proceso mental, habían olvidado parte de la instrucción al cruzar puertas.