Educación en AL requiere redes público-privadas: BID

TEXTO Y FOTOS: Antimio Cruz / Enviado

Guanajuato.- Los gobiernos de América Latina y el Caribe necesitan aliarse con la iniciativa privada para acabar con los “cuellos de botella” que están dejando a niños y jóvenes fuera de la educación básica, media y superior. Sólo así se puede competir con las economías del sudeste asiático, afirmó en entrevista con Crónica el vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Steven J. Puig.

Durante una breve visita a México, para participar en el encuentro PPPAmericas 2011, realizado en la ciudad de Guanajuato, el economista de origen dominicano explicó que la vicepresidencia de sector privado del BID está trabajando en proyectos tan diferentes como la reconfiguración del sistema de educación básica en Haití –después del terremoto—, la integración de fondos público-privados para construir infraestructura en universidades y el diseño de créditos para estudiantes que no alcanzan a entrar a universidades públicas.

Puig es el responsable de organizar fondos en los que comparten riesgos el BID, los bancos privados y los gobiernos nacionales y estatales de América Latina y el Caribe. En los últimos cuatro años, esta área del BID ha reunido fondos de riesgo compartido por 5 mil 600 millones de dólares.

El especialista reflexionó en voz alta y dijo que sólo con la formación de redes público-privadas para invertir más dinero en educación, salud y otras áreas de interés social, se podrían alcanzar los actuales niveles de crecimiento de las economías del sudeste asiático, que invierten más del 6 % de su PIB en infraestructura, mientras Latinoamérica sólo invierte el 2% del PIB.


-- Desde el BID ya venimos apoyando el tema de educación en varias vertientes, por ejemplo, respaldando la construcción de infraestructura de universidades que requieren expansión y con créditos para universitarios.

En México hemos apoyado un fondo que se ha creado para poder ofrecer créditos a estudiantes universitarios porque entendemos que existe un cuello de botella en el que se quedan muchos jóvenes sin poder asistir a la educación superior porque no hay espacio suficiente en universidades públicas, incluso si los estudiantes tienen buena calificación.

Entonces, hemos visto el crecimiento de instituciones privadas que no podrían ser pagadas fácilmente por familias de ingresos bajos o medios y ahí es donde el BID, trabajando con inversionistas privados, elabora iniciativas de créditos y apoyos para que los jóvenes estudien sus carreras—, indicó Puig.

Este modelo de redes público-privadas ya existe en otras partes del mundo, por ejemplo en el Reino Unido, donde la mayor parte de las inversiones en infraestructura de hace con participación conjunta de empresarios y fondos públicos.

En América Latina y el Caribe también existen ya experiencias, pero principalmente en áreas como la construcción de caminos, instalaciones para agua, energía y manejo de desechos sólidos. El hilo fino del actual proceso es llevar esas inversiones público-privadas a lo que se llama el sector social, es decir, educación y salud.


-- Mirando hacia el futuro, lo que vemos es que hay un creciente interés por parte de muchos gobiernos, en considerar que el sector privado participe en estas áreas de atención social que tradicionalmente han sido ámbito de los gobiernos. Este es un tema, dentro de lo que son las Asociaciones Públicas y Privadas (APPs) en la región, que son relativamente novedosos.

Un caso reciente que hemos visto es en Haití, donde se está reconstruyendo el país, después del desastre que sufrieron hace casi dos años (el terremoto del 12 de enero de 2010, de 73 grados Richter). Ahí hemos visto que gran parte de las escuelas que existen son privadas y pequeñas. No tienen una escala adecuada para ser eficientes, pero hemos venido desarrollando planes para reconfigurar estas escuelas hacia el futuro.

Nosotros estamos trabajando en proporcionar crédito para que se puedan reconstruir y reconfigurar con otras dimensiones y con un enfoque distinto. Eso es parte de un programa público de rediseño de la educación en Haití para que estas escuelas privadas tengan un currículo universal, aprobado por el estado y que al mismo tiempo puedan recibir una remuneración en función de los estudiantes que atiendan a estas escuelas. Esto todavía está en una etapa temprana—, continúa detallando Steven J. Puig.

Inclusión social y banda ancha

La palabra innovación está presente en varios de los programas que actualmente impulsa la vicepresidencia de sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo, según explicó Steven Puid, quien detalló que las inversiones en educación y en el llamado sector social están vinculadas con las cinco misiones mayores del BID: inclusión social, acceso a servicios básicos, integración, cambio climático y fortalecimiento institucional.

-- El BID tiene cinco pilares estratégicos: el primero es la inclusión social y aquí entra lo que ya le he explicado de educación, así como la inversión en salud, en seguridad alimentaria y acceso a vivienda de interés social y proyectos que ayuden a la inclusión social de personas que están en la base de la pirámide.

Un segundo pilar es proveer el acceso a servicios básicos como agua, electricidad, caminos y ahora hemos incluido el acceso a conectividad y banda ancha, que se está convirtiendo en un servicio básico y requiere financiamiento. Esto es importante a nivel de personas y a nivel de empresas micro y macro.



Como tercer pilar estratégico del BID tenemos el tema de integración, el cual vuelve a estar vinculado con lo que es la inter-conectividad y el acceso a la banda ancha. Nosotros apoyamos la interconexión a nivel local y a nivel regional, como cuando hablamos de la interconexión entre Centroamérica. Apoyamos el intercambio de mercancías y de servicios, apoyados en estas tecnologías.

El cuarto pilar es la atención a adaptación y mitigación al cambio climático. Los gobernadores del BID, que son los gobiernos de 26 países, han decidido destinar 25 % de todos los recursos del Banco a este tema, con 3 mil millones de dólares anuales, por lo menos, a cambio climático.

Nuestro quinto pilar es el fortalecimiento institucional, donde buscamos el uso más eficiente de los recursos que tienen los gobiernos nacionales y subnacionales. Aquí el tema de las Asociaciones Público-Privadas se ha estado trabajando mucho para acortar la curva de aprendizaje y aquí es donde ahora estamos resolviendo cuestiones sobre cómo armar estas redes público-privadas para educación— concluyó el vicepresidente del BID.

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