Matan células de cáncer cérvico uterino con adenovirus modificado en la UANL
Texto: Antimio Cruz Fotos: UANL y Monterrey CIC
Científicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) desarrollaron y patentaron una nueva tecnología que destruye células de cáncer cérvico uterino, provocadas por el Virus de Papiloma Humano (VPH), sin dañar otros tejidos sanos.
La innovación, que ya fue probada con éxito en cultivos de células y en ratones, obtuvo el título de patente otorgado por el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) y ahora busca recursos financieros para iniciar las pruebas clínicas en pacientes humanos.
Estudios hechos en ratones con cáncer, a los que se aplicó este nuevo tratamiento, mostraron dos tipos de resultado exitoso: en algunos casos desapareció totalmente el tumor maligno y en otros casos se prolongó más de cuatro veces el tiempo de sobrevida de los ratones enfermos, los cuales sobrevivieron 180 días, en lugar de los 40 días que vivieron los animales con cáncer y sin tratamiento.
Este avance en medicina es el resultado de un trabajo conjunto dirigido por los doctores Augusto Rojas Martínez y Hugo Alberto Barrera Saldaña, quienes iniciaron esta línea de investigación, hace más de diez años, en el Laboratorio de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UANL.
Adenovirus modificado
Los doctores Augusto Rojas y Hugo Alberto Barrera explicaron, en dos entrevistas con Ciencia Budget, que el tratamiento contra el cáncer cérvico uterino desarrollado por la UANL usa un virus modificado en laboratorio para “enfermar” únicamente a las células del tumor maligno hasta hacerlas estallar.
Para explicar de manera muy general y esquemática la aportación del equipo mexicano hay que explicar dos cosas brevemente: cómo aparece este tipo de cáncer y qué solución están planteando.
“Digamos que el cáncer cervical aparece cuando hay una infección crónica de Virus de Papiloma Humano (VPH). Ese virus se pega a las células sanas y usa una proteína que se llama E7 para ‘secuestrar’ una proteína del núcleo de las células sanas que se llama Rb. Al robarse esa proteína entorpece el ciclo de vida normal de las células sanas, hace que se empiecen a multiplicar sin control y que no mueran. Así empieza el ciclo de cáncer y la formación de tumores”, detalló el doctor Augusto Rojas Martínez.
Cuando empieza la formación de tumores existen en la misma región células sanas y células cancerígenas. Así que los científicos de la UANL tenían que elaborar un método para atacar a las células enfermas sin dañar a las células sanas.
“Las células cancerosas ya están infectadas por el Virus de Papiloma Humano y ahí la proteína Rb ya está secuestrada. En las células sanas de las mujeres sí está la proteína Rb y el ciclo de vida celular está funcionando normalmente. Entonces, nosotros lo que hicimos fue desarrollar un adenovirus en laboratorio que no tiene la capacidad de secuestrar a la proteína Rb y por lo tanto se comporta de dos modos diferentes frente a las células sanas y enfermas”, continúa explicando el doctor Rojas.
“Si nuestro adenovirus cae en una célula sana, no va a poder hacer nada porque su mutación no le da la capacidad de secuestrar la proteína Rb de la que hablamos y seguirse multiplicando, por lo tanto su infección va a abortarse. Pero si nuestro adenovirus cae en una célula con cáncer, en la que ya se secuestró la proteína Rb, va a encontrar un ambiente ideal para crecer, como si pusiéramos a un tiburón en un acuario de agua salada. Ahí va a multiplicarse nuestro adenovirus hasta hacer reventar a la célula cancerosa como un globo”, añadió.
El virus modificado en los laboratorios de la UANL pertenece a una familia llamada los adenovirus, que son muy conocidos porque provocan el resfriado común, infecciones en vías respiratorias, ojos, garganta y estómago, pero muy pocas veces desencadenan complicaciones graves.
Después de una larga serie de pruebas, al adenovirus se le hizo una modificación en laboratorio. En sentido figurado se puede decir que al genoma del adenovirus se le hizo algo parecido a una ranura para pegarle un fragmento del genoma del Virus del Papiloma Humano (VPH) que provocó la infección del cáncer. El pedazo que se le pega es un segmento de ADN llamado URR, que comanda o gobierna la multiplicación del virus al interior de las células cancerosas.
Con estos datos se puede explicar por qué la patente otorgada a la UANL se llama “Vectores adenovirales (en referencia a los virus mutados) de replicación selectiva (porque sólo se multiplican en células cancerosas), dirigida por el promotor URR del virus del papiloma humano para neoplasias asociadas al virus del papiloma humano”.
No sólo prevenir, también atender
El cáncer cérvico uterino es la segunda causa de muerte por cáncer más frecuente entre mujeres mexicanas. Cada año se diagnostican alrededor de 15 mil nuevos casos, de los cuales 4 mil 500 terminan en la muerte de la paciente. En el mundo hay 275 mil decesos por esta causa.
El doctor Hugo Alberto Barrera explica que el desarrollo conseguido en la UANL no se enfoca en la prevención o la detección temprana, sino que busca atender a quienes ya están enfermas.
“La mayoría de las mujeres a las que se diagnostica este tipo de cáncer son detectadas de manera tardía y son de muy mal pronóstico. La mayoría de las estrategias del mundo se han centrado en la vacunación contra el VPH y la detección temprana, eso es positivo para el futuro, pero en el presente tenemos muchas mujeres que ya tienen el problema encima, en etapas muy avanzadas y que probablemente se van a sumar a las estadísticas muy negativas que hay en nuestro país”, indicó el doctor Barrera Saldaña.
“Nosotros lo que hicimos fue traer tecnología de otro campo, que es la terapia génica, y desarrollar una nueva tecnología en la que elaboramos un virus oncolítico, es decir, un virus capas de matar tumores. Este no es un campo que hayamos inventado en México, desde el siglo pasado se usan virus para atacar algunos tipos de cáncer, pero lo que sí hicimos en México fue desarrollar un virus oncolítico específico contra el cáncer cérvico uterino provocado por el tipo más agresivo de Virus Papiloma Humano, que es el tipo 16, que es el más común en México”, subrayó el doctor Barrera.
Científicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) desarrollaron y patentaron una nueva tecnología que destruye células de cáncer cérvico uterino, provocadas por el Virus de Papiloma Humano (VPH), sin dañar otros tejidos sanos.
La innovación, que ya fue probada con éxito en cultivos de células y en ratones, obtuvo el título de patente otorgado por el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) y ahora busca recursos financieros para iniciar las pruebas clínicas en pacientes humanos.
Estudios hechos en ratones con cáncer, a los que se aplicó este nuevo tratamiento, mostraron dos tipos de resultado exitoso: en algunos casos desapareció totalmente el tumor maligno y en otros casos se prolongó más de cuatro veces el tiempo de sobrevida de los ratones enfermos, los cuales sobrevivieron 180 días, en lugar de los 40 días que vivieron los animales con cáncer y sin tratamiento.
Este avance en medicina es el resultado de un trabajo conjunto dirigido por los doctores Augusto Rojas Martínez y Hugo Alberto Barrera Saldaña, quienes iniciaron esta línea de investigación, hace más de diez años, en el Laboratorio de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UANL.
Adenovirus modificado
Los doctores Augusto Rojas y Hugo Alberto Barrera explicaron, en dos entrevistas con Ciencia Budget, que el tratamiento contra el cáncer cérvico uterino desarrollado por la UANL usa un virus modificado en laboratorio para “enfermar” únicamente a las células del tumor maligno hasta hacerlas estallar.
Para explicar de manera muy general y esquemática la aportación del equipo mexicano hay que explicar dos cosas brevemente: cómo aparece este tipo de cáncer y qué solución están planteando.
“Digamos que el cáncer cervical aparece cuando hay una infección crónica de Virus de Papiloma Humano (VPH). Ese virus se pega a las células sanas y usa una proteína que se llama E7 para ‘secuestrar’ una proteína del núcleo de las células sanas que se llama Rb. Al robarse esa proteína entorpece el ciclo de vida normal de las células sanas, hace que se empiecen a multiplicar sin control y que no mueran. Así empieza el ciclo de cáncer y la formación de tumores”, detalló el doctor Augusto Rojas Martínez.
Cuando empieza la formación de tumores existen en la misma región células sanas y células cancerígenas. Así que los científicos de la UANL tenían que elaborar un método para atacar a las células enfermas sin dañar a las células sanas.
“Las células cancerosas ya están infectadas por el Virus de Papiloma Humano y ahí la proteína Rb ya está secuestrada. En las células sanas de las mujeres sí está la proteína Rb y el ciclo de vida celular está funcionando normalmente. Entonces, nosotros lo que hicimos fue desarrollar un adenovirus en laboratorio que no tiene la capacidad de secuestrar a la proteína Rb y por lo tanto se comporta de dos modos diferentes frente a las células sanas y enfermas”, continúa explicando el doctor Rojas.
“Si nuestro adenovirus cae en una célula sana, no va a poder hacer nada porque su mutación no le da la capacidad de secuestrar la proteína Rb de la que hablamos y seguirse multiplicando, por lo tanto su infección va a abortarse. Pero si nuestro adenovirus cae en una célula con cáncer, en la que ya se secuestró la proteína Rb, va a encontrar un ambiente ideal para crecer, como si pusiéramos a un tiburón en un acuario de agua salada. Ahí va a multiplicarse nuestro adenovirus hasta hacer reventar a la célula cancerosa como un globo”, añadió.
El virus modificado en los laboratorios de la UANL pertenece a una familia llamada los adenovirus, que son muy conocidos porque provocan el resfriado común, infecciones en vías respiratorias, ojos, garganta y estómago, pero muy pocas veces desencadenan complicaciones graves.
Después de una larga serie de pruebas, al adenovirus se le hizo una modificación en laboratorio. En sentido figurado se puede decir que al genoma del adenovirus se le hizo algo parecido a una ranura para pegarle un fragmento del genoma del Virus del Papiloma Humano (VPH) que provocó la infección del cáncer. El pedazo que se le pega es un segmento de ADN llamado URR, que comanda o gobierna la multiplicación del virus al interior de las células cancerosas.
Con estos datos se puede explicar por qué la patente otorgada a la UANL se llama “Vectores adenovirales (en referencia a los virus mutados) de replicación selectiva (porque sólo se multiplican en células cancerosas), dirigida por el promotor URR del virus del papiloma humano para neoplasias asociadas al virus del papiloma humano”.
No sólo prevenir, también atender
El cáncer cérvico uterino es la segunda causa de muerte por cáncer más frecuente entre mujeres mexicanas. Cada año se diagnostican alrededor de 15 mil nuevos casos, de los cuales 4 mil 500 terminan en la muerte de la paciente. En el mundo hay 275 mil decesos por esta causa.
El doctor Hugo Alberto Barrera explica que el desarrollo conseguido en la UANL no se enfoca en la prevención o la detección temprana, sino que busca atender a quienes ya están enfermas.
“La mayoría de las mujeres a las que se diagnostica este tipo de cáncer son detectadas de manera tardía y son de muy mal pronóstico. La mayoría de las estrategias del mundo se han centrado en la vacunación contra el VPH y la detección temprana, eso es positivo para el futuro, pero en el presente tenemos muchas mujeres que ya tienen el problema encima, en etapas muy avanzadas y que probablemente se van a sumar a las estadísticas muy negativas que hay en nuestro país”, indicó el doctor Barrera Saldaña.
“Nosotros lo que hicimos fue traer tecnología de otro campo, que es la terapia génica, y desarrollar una nueva tecnología en la que elaboramos un virus oncolítico, es decir, un virus capas de matar tumores. Este no es un campo que hayamos inventado en México, desde el siglo pasado se usan virus para atacar algunos tipos de cáncer, pero lo que sí hicimos en México fue desarrollar un virus oncolítico específico contra el cáncer cérvico uterino provocado por el tipo más agresivo de Virus Papiloma Humano, que es el tipo 16, que es el más común en México”, subrayó el doctor Barrera.