La mayoría de los paramédicos reciben insultos y golpes
TEXTO: Antimio Cruz FOTO: sumedico.com
Los ambientes de crisis en los que trabajan los paramédicos o rescatistas provocan que sean frecuentemente insultados, agredidos físicamente y hasta acosados sexualmente por pacientes, familiares, transeúntes y compañeros de trabajo. Así lo encontró un estudio entre mil 381 paramédicos de Canadá y Estados Unidos, publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS por sus siglas en inglés).
El estudio concluyó que dos terceras partes del grupo de paramédicos entrevistados ha sido víctima de alguna conducta que puede ser considerada como un abuso.
“Los profesionales que ofrecen Servicios Médicos de Emergencia (SME) tienen que lidiar constantemente con un ambiente en el que se presentan situaciones violentas, escenarios impredecibles y, sobre todo, personas al borde de ataques de crisis”, explicó en las conclusiones del estudio Blair Bigham, líder de la investigación y miembro del Consorcio de Investigaciones sobre procesos de Resucitación.
El consorcio que realizó el estudio es una red de socorristas de 10 grandes ciudades de Estados Unidos y Canadá. Sus investigaciones están dirigidas a encontrar fallas o áreas donde se podrían mejorar los procesos de atención de emergencia.
Aunque el grupo de investigadores ya tenía referencias empíricas del alto número de agresiones hacia los rescatistas durante los procesos de salvamento o en los momentos posteriores a la entrega de los pacientes, esta es la primera investigación que documenta el caso con datos estadísticos.
“Informes anecdóticos y registros de seguridad de diferentes lugares de atención de emergencia han puesto de relieve los casos de abuso verbal, físico y sexual, sin embargo, hasta ahora, ha habido poca investigación científica al respecto. Se necesita más investigación para comprender el impacto de esta violencia en el trabajo”, añadió Blair Bigham en el informe de resultados.
El estudio, que podrá ser consultado en la edición de enero de la revista médica Prehospital Emergency Care, encontró los siguientes resultados:
El abuso verbal fue reportado por el 67.4% de los trabajadores de Servicios Médicos de Emergencias encuestados. Entre aquellos que recibieron insultos, el 62.9% fue agredido verbalmente por pacientes; el 36.4% fue insultado por familiares o amigos de los pacientes; el 20.8 % por compañeros de trabajo y el 5.8% por espectadores del accidente o la emergencia. La suma de todos los casos es mayor a 100 % porque algunos paramédicos aclararon que han recibido insultos de más de uno de estos grupos.
Los gritos de intimidación y amenazas fueron reportados por un 41.55% de los encuestados. Este segundo tipo de agresión fue perpetrado por pacientes, en 37.8% de los casos reportados; por la familia de paciente o amigos, en 27 por ciento; colegas 45.3%, y espectadores 3.4%.
Recibir abuso físico fue reportado por la cuarta parte de los mil 381 paramédicos entrevistados. Los pacientes en crisis son los que más maltratan a los socorristas, según este estudio.
Entre los paramédicos que dijeron haber sido dañados físicamente, el 92.3% dijo que fueron los pacientes quienes los atacaron, en momentos de crisis, con golpes, jaloneos, empujones, rasguños y otro tipo de agresiones físicas. También se registraron agresiones de familiares o amigos del paciente, en 11.1% de los casos; 3.8% de agresiones físicas provinieron de compañeros de trabajo y, entre aquellos paramédicos que reconocieron haber sido víctimas de agresión física, el 2.3% dijo que los atacantes fueron transeúntes o espectadores de la emergencia.
El acoso Sexual fue reportado en un 13.6 por ciento de los socorristas entrevistados y nuevamente son los pacientes lo que más lo hacen (64.7 por ciento); familiares o amigos del paciente (18.4%), compañeros de trabajo (41.2%) y espectadores (8.8%).
Finalmente, los casos de agresión sexual contra socorristas fueron reconocidos entre 2.7 por ciento de los entrevistados, con el mismo orden de agresores: en primer lugar los propios pacientes atendidos, seguidos por familiares, compañeros de trabajo y otras personas presentes en el lugar de la emergencia.
La entrevista evaluó a socorristas que habían ejercido rescates de emergencia durante más de un año. El 70 % de los entrevistados son hombres y, el promedio de edad del grupo estudiado es de 34 años, con 10 años de experiencia promedio.
Los ambientes de crisis en los que trabajan los paramédicos o rescatistas provocan que sean frecuentemente insultados, agredidos físicamente y hasta acosados sexualmente por pacientes, familiares, transeúntes y compañeros de trabajo. Así lo encontró un estudio entre mil 381 paramédicos de Canadá y Estados Unidos, publicado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS por sus siglas en inglés).
El estudio concluyó que dos terceras partes del grupo de paramédicos entrevistados ha sido víctima de alguna conducta que puede ser considerada como un abuso.
“Los profesionales que ofrecen Servicios Médicos de Emergencia (SME) tienen que lidiar constantemente con un ambiente en el que se presentan situaciones violentas, escenarios impredecibles y, sobre todo, personas al borde de ataques de crisis”, explicó en las conclusiones del estudio Blair Bigham, líder de la investigación y miembro del Consorcio de Investigaciones sobre procesos de Resucitación.
El consorcio que realizó el estudio es una red de socorristas de 10 grandes ciudades de Estados Unidos y Canadá. Sus investigaciones están dirigidas a encontrar fallas o áreas donde se podrían mejorar los procesos de atención de emergencia.
Aunque el grupo de investigadores ya tenía referencias empíricas del alto número de agresiones hacia los rescatistas durante los procesos de salvamento o en los momentos posteriores a la entrega de los pacientes, esta es la primera investigación que documenta el caso con datos estadísticos.
“Informes anecdóticos y registros de seguridad de diferentes lugares de atención de emergencia han puesto de relieve los casos de abuso verbal, físico y sexual, sin embargo, hasta ahora, ha habido poca investigación científica al respecto. Se necesita más investigación para comprender el impacto de esta violencia en el trabajo”, añadió Blair Bigham en el informe de resultados.
El estudio, que podrá ser consultado en la edición de enero de la revista médica Prehospital Emergency Care, encontró los siguientes resultados:
El abuso verbal fue reportado por el 67.4% de los trabajadores de Servicios Médicos de Emergencias encuestados. Entre aquellos que recibieron insultos, el 62.9% fue agredido verbalmente por pacientes; el 36.4% fue insultado por familiares o amigos de los pacientes; el 20.8 % por compañeros de trabajo y el 5.8% por espectadores del accidente o la emergencia. La suma de todos los casos es mayor a 100 % porque algunos paramédicos aclararon que han recibido insultos de más de uno de estos grupos.
Los gritos de intimidación y amenazas fueron reportados por un 41.55% de los encuestados. Este segundo tipo de agresión fue perpetrado por pacientes, en 37.8% de los casos reportados; por la familia de paciente o amigos, en 27 por ciento; colegas 45.3%, y espectadores 3.4%.
Recibir abuso físico fue reportado por la cuarta parte de los mil 381 paramédicos entrevistados. Los pacientes en crisis son los que más maltratan a los socorristas, según este estudio.
Entre los paramédicos que dijeron haber sido dañados físicamente, el 92.3% dijo que fueron los pacientes quienes los atacaron, en momentos de crisis, con golpes, jaloneos, empujones, rasguños y otro tipo de agresiones físicas. También se registraron agresiones de familiares o amigos del paciente, en 11.1% de los casos; 3.8% de agresiones físicas provinieron de compañeros de trabajo y, entre aquellos paramédicos que reconocieron haber sido víctimas de agresión física, el 2.3% dijo que los atacantes fueron transeúntes o espectadores de la emergencia.
El acoso Sexual fue reportado en un 13.6 por ciento de los socorristas entrevistados y nuevamente son los pacientes lo que más lo hacen (64.7 por ciento); familiares o amigos del paciente (18.4%), compañeros de trabajo (41.2%) y espectadores (8.8%).
Finalmente, los casos de agresión sexual contra socorristas fueron reconocidos entre 2.7 por ciento de los entrevistados, con el mismo orden de agresores: en primer lugar los propios pacientes atendidos, seguidos por familiares, compañeros de trabajo y otras personas presentes en el lugar de la emergencia.
La entrevista evaluó a socorristas que habían ejercido rescates de emergencia durante más de un año. El 70 % de los entrevistados son hombres y, el promedio de edad del grupo estudiado es de 34 años, con 10 años de experiencia promedio.