Aumento de adicciones y autolesiones en jóvenes muestra impacto de la pandemia en la salud mental: UNAM
TEXTO: Antimio Cruz FOTOS: UNAM
A
nivel mundial, la pandemia de COVID19 y el confinamiento obligado generaron
impactos fuertes en la salud mental de los grupos más jóvenes de la población.
Estudios
epidemiológicos realizados entre adolescentes y jóvenes muestran incrementos en
el número de casos de ansiedad y depresión, trastornos del sueño, suicidio,
abuso de sustancias y estrés postraumático, con múltiples causas, entre ellas
aislamiento social, vulnerabilidad, conflictos familiares, además de pérdidas
humanas y materiales.
En
el caso específico de México, estudios que realizan actualmente la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N.
Navarro (HPIJNN), también documentan las consecuencias de la crisis sanitaria
en la salud mental de menores de edad.
El investigador
del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, Marcos Rosetti
Sciutto, informó que se registra un patrón claro de ansiedad y depresión
aumentado durante los años de la pandemia por la COVID-19, y una tendencia que
sugiere que estos problemas siguen aumentando entre los jóvenes, aún en los
años posteriores al confinamiento.
El
universitario sostiene que el aumento de conductas autolesivas, sobre todo en
mujeres adolescentes a finales de 2021 es preocupante, y tal vez obedece al
regreso a las escuelas.
“Tanto entrar como salir de un aislamiento social puede haber resultado en un evento disparador para este tipo de conductas”, indicó antes de subrayar la importancia de implementar un monitoreo de la salud mental al terminar una pandemia, porque sus efectos prosiguen.
Rosetti
Sciutto habló en el seminario institucional La salud mental de niños y
adolescentes antes, durante y después de la pandemia por COVID-19. Ahí compartió
que se han encontrado elevados signos de alerta del neurodesarrollo luego de la
crisis sanitaria; por eso pidió comprender la importancia de detectar esos
casos e implementar, lo más temprano posible, intervenciones que permitan
corregirlos, en caso de que se pueda.
Estudios
de ansiedad y depresión
El
profesor Marcos Rosetti Sciutto es responsable de la Unidad Periférica del IIBm
en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”
Al
explicar un primer proyecto relativo a ansiedad y depresión, a cargo de Rosa
Elena Ulloa, jefa del Laboratorio de Psicofarmacología del Desarrollo en el
HPIJNN, refirió que durante el confinamiento se lanzó un cuestionario en línea
a personas de 8 a 24 años de toda Latinoamérica, que estuvo abierto de 2020 a
2021.
Después
de ese lapso se recolectaron 3 mil 965 participaciones de 16 países, 63.8 por
ciento femenina; 15.7 por ciento de niños de 6 a 12 años; 28.3 por ciento de
adolescentes de 13 a 18; y 56 por ciento de adultos jóvenes, de 19 a 24 años.
México tuvo la mayor participación con 59.1 por ciento.
Se
preguntaron aspectos como las fuentes de estrés, por ejemplo, ser diagnosticado
con la enfermedad, leer o escuchar noticias sobre la pandemia, perder contacto
con amigos o retrasos en las actividades académicas. También acerca de
estrategias de afrontamiento o conductas para sentirse menos estresado, como
realizar ejercicio, pero también conductas mal adaptativas como el uso de
sustancias o las autolesiones. Asimismo, se agregaron preguntas en torno a la
ansiedad y la depresión.
“Se
encontró un patrón consistente a lo largo de los resultados. En general, las
mujeres siempre punteaban más en todas las medidas de estrés”. Así ocurrió ante
la posibilidad de enfermarse; en otro ejemplo, perder el contacto con pares fue
una fuente de estrés mayor para niñas y adolescentes.
En
las estrategias de afrontamiento se vio un patrón claro por edad y consistente;
por ejemplo, el uso de sustancias se elevó entre los adultos jóvenes, y en
adolescentes las autolesiones no suicidas.
De esa muestra, detalló el especialista, tomamos una submuestra y nos enfocamos en estudiantes de Ciencias de la Salud; casi la mitad de ellos resultó deprimida o ansiosa, y quienes más presentaban esas condiciones era por la preocupación de que alguien cercano se contagiara de COVID.
Las personas con más depresión, ansiedad y registro de uso de sustancias también eran las más estresadas, añadió Marcos Rosetti, en el auditorio “Dr. Alfonso Escobar Izquierdo”.
Referente
a otro estudio, de patrones de ansiedad y depresión en México durante 12 meses
de pandemia, se contó con 2 mil 345 participantes, 66 por ciento de sexo
femenino. Se detectó casi 50 por ciento de prevalencia de esos trastornos en la
muestra, y al menos en ese lapso la tendencia continuó.
También
se estudió la prevalencia de autolesión no suicida en el servicio de urgencias
del HPIJNN, proyecto de Patricia Zavaleta, jefa de la División de Investigación
en ese nosocomio, quien propuso compilar los datos de ingreso, semana a semana,
de los pacientes de 2019 a 2021, en especial con autolesiones.
La
autolesión, es decir, autoenvenenamiento o heridas autoinfligidas sin intención
suicida, es un caso típico de conducta mal adaptativa y una forma de expresión
del nivel de ansiedad o estrés que la persona no puede manejar. También es un
factor de riesgo para la conducta suicida eventual.
Esa
población enfrenta el estigma al asistir a los servicios de salud, por lo que
hay un subrreporte; de hecho, se estima que alrededor de 50 por ciento de
quienes se afectan a sí mismos no buscan ayuda médica, aclaró.
En
esos tres años llegaron casi 10 mil personas a urgencias; y de ellas, la cuarta
parte, 2 mil 548, mostraron signos de autolesión, la mayoría, de nuevo, fueron
mujeres, con 72 por ciento; y la media para ambos sexos fue de 14.6 años, todos
estudiantes regulares.
“Observamos
que las autolesiones dejaron de ser en la escuela, porque no estaban asistiendo,
y la casa, porque estaban presentes sus papás; casi todos reportaron otro
lugar, al parecer se salían de sus casas”.
Además,
los métodos de lesiones también cambiaron: bajaron los cortes y subieron los
autogolpes casi al triple en los años de pandemia, en comparación con 2019,
precisó Rosetti Sciutto.