Mexicano logra trasplante de neuronas embrionales en ratones
TEXTO: Antimio Cruz FOTO: UDUAL
El científico mexicano Arturo Álvarez Buylla, experto en el proceso de formación del cerebro en mamíferos y ganador del Premio Príncipe de Asturias 2011, encabezó a un equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) que logró, por primera vez en la historia, trasplantar exitosamente neuronas desde el cerebro de un embrión de ratón hacia el cerebro de un ratón adulto.
El éxito de este experimento y el hecho de que las neuronas trasplantadas hayan sobrevivido ponen en duda el principio de que el cerebro adulto no puede incorporar nuevas neuronas. Aunque el experimento se realizó en ratones, los seres humanos podrían beneficiarse pues este experimento puede ser clave para la futura atención de enfermedades neurodegenerativas de nuestra especie como el mal de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la epilepsia, la esquizofrenia y la enfermedad de Huntington.
El experimento fue publicado el viernes 12 de octubre en la revista científica británica Nature, considerada una de las dos revistas científicas más prestigiadas de todo el mundo, compitiendo en cada edición con la revista estadunidense Science.
“La inesperada sobrevivencia de neuronas embrionarias trasplantadas en el cerebro de ratones recién nacido, como parte de una serie de experimentos en los laboratorios de UCSF eleva las esperanzas de que los trasplantes neuronales sirvan como tratamiento del Alzheimer, epilepsia, Huntington, Parkinson y esquizofrenia”, informa la Universidad de California en San Francisco, por medio de un comunicado de prensa.
Hasta ahora, lo que se sabe y se acepta entre expertos en cerebro es que los dos primeros años de vida del ser humano todavía hay formación de nuevas células nerviosas en el cerebro y hay un proceso de migración activo de esas células, pero después de esos dos primeros años la formación de nuevas células (que inició desde la formación del feto en el vientre materno) se detiene y comienza un proceso de maduración y especialización de esas neuronas. El recambio de células se frena.
Trasplante microscópico
Los experimentos exitosos de trasplante de neuronas en ratones, que se describen detalladamente en la revista Nature, no fueron diseñados para probar si los trasplantes de neuronas embrionarias podían tratar eficazmente cualquier enfermedad específica. Pero proporcionan una prueba del principio que sí es posible agregar en el cerebro un número significativo de un tipo de células del cerebro llamadas GABA, cuya ausencia está vinculada a muchos trastornos neurológicos diferentes.
El experimento muestra también que al agregar células trasplantadas GABA en cantidades significativas en el cerebro, éstas pueden sobrevivir sin afectar a la población de células GABAérgicas originales del paciente o endógenas.
La supervivencia de estas células después del trasplante en número mucho mayor de lo esperado fue un shock para el equipo dirigido por el profesor de la UCSF Arturo Alvarez-Buylla y por el ex estudiante de posgrado de UCSF Derek Southwell.
La teoría prevaleciente hasta ahora sostiene que la supervivencia de las neuronas se basa en una dinámica parecida a un juego de sillas musicales. El cerebro tiene una limitada capacidad de estas células, obligándoles a competir entre sí por los pocos espacios disponibles. Sólo aquellos que encuentran un lugar para "sentarse" (y recibir señales de supervivencia derivadas de otros tipos celulares) sobrevivirá cuando la música se detiene. El resto muere una muerte fulminante.
Basado en esta teoría, el equipo de la UCSF esperaba que sólo un número fijo y pequeño de neuronas embrionarias trasplantadas sobrevivirían en los cerebros de ratones receptores mayores, independientemente de cuántos trasplantaran. Lo que encontraron fue muy diferente: independientemente de cuántos trasplantaran, siempre sobrevivió un porcentaje coherente.
“Esta tasa constante de supervivencia sugiere que estas células, que otros estudios colaborativos han mostrado gran promesa terapéutica, pueden agregarse a la corteza en números significativos”, explicó Alvarez-Buylla.
Trabajos anteriores en UCSF y otros lugares ha demostrado que trasplantar estas células puede crear un nuevo periodo crítico de plasticidad en el cerebro receptor, reducir las convulsiones en modelos animales de epilepsia y trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson en ratas de laboratorio. La actividad de estas células se interrumpe a menudo en la enfermedad de Alzheimer, y su número está alterado en los cerebros de las personas con esquizofrenia. Cuando se trasplanta a la médula espinal, también ayudan a disminuir la sensación de dolor.
El trabajo muestra que las células neuronales GABAérgicas pueden ser trasplantadas en un número mucho mayor que se pensaba, una observación que podría tener implicaciones importantes para el uso de estas células para corregir los defectos provocados por destrucción neuronal.
El científico mexicano Arturo Álvarez Buylla, experto en el proceso de formación del cerebro en mamíferos y ganador del Premio Príncipe de Asturias 2011, encabezó a un equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) que logró, por primera vez en la historia, trasplantar exitosamente neuronas desde el cerebro de un embrión de ratón hacia el cerebro de un ratón adulto.
El éxito de este experimento y el hecho de que las neuronas trasplantadas hayan sobrevivido ponen en duda el principio de que el cerebro adulto no puede incorporar nuevas neuronas. Aunque el experimento se realizó en ratones, los seres humanos podrían beneficiarse pues este experimento puede ser clave para la futura atención de enfermedades neurodegenerativas de nuestra especie como el mal de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la epilepsia, la esquizofrenia y la enfermedad de Huntington.
El experimento fue publicado el viernes 12 de octubre en la revista científica británica Nature, considerada una de las dos revistas científicas más prestigiadas de todo el mundo, compitiendo en cada edición con la revista estadunidense Science.
“La inesperada sobrevivencia de neuronas embrionarias trasplantadas en el cerebro de ratones recién nacido, como parte de una serie de experimentos en los laboratorios de UCSF eleva las esperanzas de que los trasplantes neuronales sirvan como tratamiento del Alzheimer, epilepsia, Huntington, Parkinson y esquizofrenia”, informa la Universidad de California en San Francisco, por medio de un comunicado de prensa.
Hasta ahora, lo que se sabe y se acepta entre expertos en cerebro es que los dos primeros años de vida del ser humano todavía hay formación de nuevas células nerviosas en el cerebro y hay un proceso de migración activo de esas células, pero después de esos dos primeros años la formación de nuevas células (que inició desde la formación del feto en el vientre materno) se detiene y comienza un proceso de maduración y especialización de esas neuronas. El recambio de células se frena.
Trasplante microscópico
Los experimentos exitosos de trasplante de neuronas en ratones, que se describen detalladamente en la revista Nature, no fueron diseñados para probar si los trasplantes de neuronas embrionarias podían tratar eficazmente cualquier enfermedad específica. Pero proporcionan una prueba del principio que sí es posible agregar en el cerebro un número significativo de un tipo de células del cerebro llamadas GABA, cuya ausencia está vinculada a muchos trastornos neurológicos diferentes.
El experimento muestra también que al agregar células trasplantadas GABA en cantidades significativas en el cerebro, éstas pueden sobrevivir sin afectar a la población de células GABAérgicas originales del paciente o endógenas.
La supervivencia de estas células después del trasplante en número mucho mayor de lo esperado fue un shock para el equipo dirigido por el profesor de la UCSF Arturo Alvarez-Buylla y por el ex estudiante de posgrado de UCSF Derek Southwell.
La teoría prevaleciente hasta ahora sostiene que la supervivencia de las neuronas se basa en una dinámica parecida a un juego de sillas musicales. El cerebro tiene una limitada capacidad de estas células, obligándoles a competir entre sí por los pocos espacios disponibles. Sólo aquellos que encuentran un lugar para "sentarse" (y recibir señales de supervivencia derivadas de otros tipos celulares) sobrevivirá cuando la música se detiene. El resto muere una muerte fulminante.
Basado en esta teoría, el equipo de la UCSF esperaba que sólo un número fijo y pequeño de neuronas embrionarias trasplantadas sobrevivirían en los cerebros de ratones receptores mayores, independientemente de cuántos trasplantaran. Lo que encontraron fue muy diferente: independientemente de cuántos trasplantaran, siempre sobrevivió un porcentaje coherente.
“Esta tasa constante de supervivencia sugiere que estas células, que otros estudios colaborativos han mostrado gran promesa terapéutica, pueden agregarse a la corteza en números significativos”, explicó Alvarez-Buylla.
Trabajos anteriores en UCSF y otros lugares ha demostrado que trasplantar estas células puede crear un nuevo periodo crítico de plasticidad en el cerebro receptor, reducir las convulsiones en modelos animales de epilepsia y trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson en ratas de laboratorio. La actividad de estas células se interrumpe a menudo en la enfermedad de Alzheimer, y su número está alterado en los cerebros de las personas con esquizofrenia. Cuando se trasplanta a la médula espinal, también ayudan a disminuir la sensación de dolor.
El trabajo muestra que las células neuronales GABAérgicas pueden ser trasplantadas en un número mucho mayor que se pensaba, una observación que podría tener implicaciones importantes para el uso de estas células para corregir los defectos provocados por destrucción neuronal.