Las mono-dietas prolongadas alteran la vellosidad intestinal

TEXTO: Antimio Cruz FOTO: medicinaalternativaonline

Aunque aparentemente sirvan para bajar de peso, desintoxicarse y controlar el volumen de calorías que consumen las personas, las mono-dietas o dietas de un solo alimento provocan alteraciones en las vellosidades intestinales y en la mucosa gastrointestinal si se adoptan por un tiempo prolongado.

Además de este daño a la cubierta interna del aparato digestivo, las dietas de un solo alimento no garantizan una disminución real de peso porque los kilos que se pierden son principalmente por deshidratación o porque el cuerpo consumió sus reservas de proteínas, vitaminas, minerales y masa muscular, sin tocar realmente los depósitos de grasa, explicó a Ciencia Budget el cirujano, especialista en nutrición, Fernando Leal Martínez.

El director de la clínica Metabolismo y Nutrición, en la ciudad de México explicó que hay casos en los que sí se justifica una mono-dieta por un tiempo corto, como en la preparación para una cirugía, pero reitera que las mono-dietas largas como “La cura de la uva”, “la dieta del jitomate” y otros regímenes de este tipo pueden tener efectos negativos.

“Se ha comprobado que una persona que dura más de 48 horas sin consumir alimentos tiene alteración directa en las vellosidades intestinales y en la mucosa gastrointestinal. Algunos han tratado de matizar este efecto y sacarle ventaja a ese mecanismo extremo para bajar de peso promoviendo las dietas de un solo alimento que no lesionan tanto la mucosa como un ayuno total, aunque sí la lesionan”, indica.

En 1929, se puso de moda la mono-dieta con uvas en países como Inglaterra, Alemania y Suiza, a raíz de la publicación de un libro llamado “La cura de la uva”, de la sudafricana Johana Brandt, quien se presentaba a sí misma como naturópata y ofrecía bajar hasta 1 kilogramo por día en la primera semana de uso de su dieta basada en uva.

La popularidad de la dieta única con uvas creció porque sí ayudaba a bajar de peso temporalmente, sin sentir agotamiento, pero después tenía el llamado efecto de rebote.

“Las uvas tienen una buena cantidad de fructosa en su composición y esto ayuda a que la presión arterial no decaiga tanto. Pero si esto se prolonga mucho tiempo provoca lesiones severísimas y un caos metabólico en el ser humano.

“Si una dieta le ofrece bajar un kilogramo al día, está mintiendo. Sólo los pacientes de cáncer llegan a bajar más de 10 kilos por mes o quienes sufren una deshidratación grave. El deseo de encontrar una solución rápida puede conducir a un caos metabólico grave. La Organización Mundial de la Salud dice que en un periodo de seis meses se puede perder entre el 10 y el 20% del peso. Son procesos largos para evitar repercusiones corporales, metabólicas y mentales”, agrega el especialista en nutrición.

Orígenes rituales

Al igual que otros esquemas alimenticios, las mono-dietas tienen raíces que se remontan a miles de años en la historia. Los orígenes más antiguos de estas dietas especiales están relacionados con prácticas religiosas en las que se piden ayunos muy prolongados o ayunos parciales con un solo alimento durante periodos que consideran de purificación o de preparación espiritual para algún ritual.

Esta misma práctica, que se consideraba de purificación espiritual, ha sido distorsionada para convertirla en una supuesta práctica de purificación fisiológica, como explica el doctor Fernando Leal Martínez.

“Hay ciertas religiones que solamente emplean un tipo de alimento específico como base de alguna práctica ritual, pero a partir de ahí se ha malversado mucha de la información para poder decir que si se controla la ingesta de alimento ‘no me muero pero puedo degradarme lo más posible’.

Esto es un error totalmente”, indica el cirujano especialista en nutrición.
En la práctica médica, quienes llegan a utilizar responsablemente las mono-dietas lo hacen solamente como un primer paso dentro de un cambio de régimen más amplio.

Algunos de los médicos que aplican estas mono-dietas ponen a los pacientes a consumir un primer día puras frutas, el segundo día cambian y recomiendan frutas más vegetales, después añaden frutas más vegetales y algún tipo de leguminosa, y así van incorporando alimentos. De tal manera en que el tiempo en que utilizan una mono-dieta es muy limitado.

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